Cuando hablamos de Experiencia de Cliente o de cambio cultural tendemos a perder de vista que los protagonistas de las historias son las personas y que las decisiones y acciones que emprenden son los que marcarán la diferencia entre una u otra percepción, y no tanto las estrategias, formaciones o herramientas que una organización decida emplear.
Aquí os dejo un artículo donde se relata cuán fácil es hacer feliz, que no NPS, ni CES, ni cualquier otro tranquilizador indicador, a una persona cuando lo necesita, en un verdadero momento de la verdad http://flip.it/HjTB-Z
Esta sencilla y breve historia de un gesto personal ilustra esta afirmación y, seguramente, evidencian que si tenemos la suerte de contar en nuestros equipos con buenas personas de valores fuertes ya tendremos gran parte del camino recorrido.