Uno de sus microcuentos dice:
«—Maestro, tengo un problema con mi hijo: me trajo las notas del colegio, una alta calificación en dibujo y una pésima calificación en matemáticas.
—¿Qué harás?
—¡Lo pondré de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de matemáticas!
—Necio, ponlo de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de dibujo. Desarrolla su talento. Todos servimos para algo, pero no todos servimos para lo mismo.»
¿Cuántos padres nos compartamos como el de la historia? y ¿con vuestros equipos de trabajo?